PRODUCCION LITERARIA PROSA :

                     La semilla de Edgardo
Una mañana Edgardo se encontraba en su celda, de lo más tranquilo, cuando de pronto dieron en su puerta unos golpecitos y un timbre de voz dijo:
-!bendito sea el Señor¡
-por siempre amén. pase querido hermanito, contestó Edgardo.
Era un señor llamado Lázaro pues estaba preocupado, Edgardo dijo
-Hermano de bien tome asiento y a que se debe tu llegada a esta humilde celda
- pues soy hombre de bien, es el caso que le pido su ayuda con el trabajo que tengo no me alcanza para mantener a mi familia, quiero levantar un pequeño negocio
-Hermano yo siempre doy a vosotros mi ayuda
- Hermano quiero que por favor me empreste dinero, 500 duros y le devolveré pasando 5 meses
- hermano como crees que yo estando en esta humilde celda voy a tener todo ese dinero
- se que usted me podrá hacer ese favor  tengo fe que me ayudara
- no te preocupes tu fe te salvará, se ve que eres humilde al igual que yo, ven dentro de dos días.
Gracias hermano se que usted me iba ayudar, vendré durante dos días.
Edgardo cogió una semilla que tenía en un cofre antiguo guardado, lo envolvió en una hoja de un árbol y dejo que pasarán dos días
Pasando los dos días Lázaro llegó y dijo:
-Hermano vengo por lo acordado
-Muy bien pues tenga esta semilla, te va a servir, ve a un usurero y empeñalo, no olvides regresarmelos después de seis meses.
Lázaro se lo agradeció y se despidió. De inmediatamente Lázaro se fue al usurero.
La joyita era espléndida, estaba bañada de puro oro, cristales que brillaban hermosamente.
El usurero miro con codicia la joya y le ofreció más de dos mil, pero el buen hombre no acepto otro préstamo más que el de quinientos duros por cinco meses con un interés. Quedaron en un acuerdo y firmaron documentos.
Con ese dinero que iba recibiendo lázaro le fue bien en su negocio, a la terminación de lo acordado, le devolvió tal y como se lo entrego Edgardo.
Edgardo sacó la semilla y la plantó.